capítulo veintiuno

pues resulta que tenía ganas de desconectarme de todo un rato cuando me llama un wey que no conocía y me dice: "we hay que ir a huatulco a grabar un evento de telcel te doy tanto varo y los viáticos, te la vas a pasar muy bien y todo el show va a estar super leve" y yo me dije: "suena demasiado bueno para ser verdad, pero ¿qué puede ser lo peor que pueda pasar? que haga una llamada para que me manden dinero y regresarme... así que... ¿por qué no?"
y más por que cabe señalar que últimamente he tomado esa actitud de: "¿y por qué no?" obteniendo resultados bastante buenos.

huatulco fue... una experiencia en tooodos los sentidos.

para llegar a huatulco hay que pasar entre 23 y 24 horas metido en un camión con entre 3 y 4 paradas a comer. para esto yo me preparé un par de sandwich con nutella y mota para irme todo el camino puesto y dormir agusto como una piedra. no me pusieron como lo esperaba por que al estar sentado no metabolisaba el thc, pero me ayudó a mantener mi cuerpo flojito y cooperando para tooodo el camino. solo cuando bajabamos a comer, me pegaba.

conocí gente muy interesante como juan carlos y arturo los choferes de la camioneta donde transportaban tramoya para montar una noche tipo las vegas en una de los días del evento, y con quienes agarré la peda todos los días que estuve allá, principalmente con juan carlos. juan carlos es un señor como de 40 años que tiene la actitud fiestera de uno de veintitantos pero old school. estaba padre ver como les mandaba bebidas a las locales y todo muy retro, además de ser una persona muy noble y amable. juan carlos y arturo tuvieron un accidente de regreso para guadalajara y lo último que supe de ellos hasta hoy es que, arturo estaba bien pero juan carlos que iba manejando estaba grave con varias fracturas en el hospital de pochula y que en cuanto se estabilizara lo llevarían al hospital de oaxaca. ambos en calidad de detenidos porque aunque fue un accidente, chocaron con un autobus de pasajeros y había varios heridos, por lo tanto permanecen en calidad de detenidos hasta que se deslinden responsabilidades.
esto me recordó que uno nunca sabe cuando puede ser tu última cerveza, ya que había estado bebiendo con juan carlos una noche antes de esto.

también en huatulco estuve cotorreando con varias edecanes de telcel, lo cual fue algo bastante aburrido y desesperante. pero conocí a una edecan del stand de sony ericcson que estaba muy muy muy guapa y de la cual caí perdidamente enamorado de sus lindos ojos, su negro cabello ondulante y su voz lángida y sensual. honestamente fue lo único que me gustó de ella, por que casi no podíamos hablar de profundidades por falta de tiempo y otras cosas. me regaló un termo de sony ericcson y una gorra cuando la impresioné con mi sapiencia sobre los lugares más turísticos del mundo (wtf). muy linda ella. marion se llama y es del d.f. eso si me aclaró que del norte. En ese mismo stand conocí a jonathan un edecan argentino que era el argentino más mexicanizado que he conocido. te saludaba más o menos así: qué onda vato! y tenía una risa super cagada, muy sarcastico el muchacho y además ya se iba a retirar de la modelada, habia abierto con su hermano una empresa de importaciones, principalmente productos chinos para la agricultura. tenía sucursal en argentina y recién abria una en méxico. yo le pregunté que cómo era la vida del modelaje, eso de andar paseando por todos lados y cotorreando con muchas personas y el me dijo: "pues es un ritmo de vida muy padre, principalmente te la pasas cotorreando y conociendo personas, viajas mucho, pero yo ya estoy por retirarme"

en el pueblo de huatulco, comí unas ricuras llamadas tlayudas, que son una especie de quesadilla grandota con tazajo (asada), pollo, y otra madre que no me acuerdo pero es como adobada de cerdo, con frijoles negros, cebolla y salsa. delicioso. también probé el mezcal y me enamoré perdidamente de el. no es mamada que con eso puedes hablar con los dioses y que te da valor. me tomé un caballito y salí de la fonda buscando mi machete para ir a madrear a alguién, iba saltando por aquí y por allá, todo animoso. luego descubrí un lugar llamado la casa del mezcal donde todo mi dinero fue gastado y probé como 5 tipos de mezcal diferente, y como 4 cremas de mezcal. mi favorito y del cual me traje una botella por $150.00 es el mezcal minero, que es el más puro mezcal sin reposar ni añejar con un sabor fuerte pero rico. también comí chapulines en una tostadita con mole rojo y negro, queso oaxaca y salsa de chile pasilla, s e n s a c i o n a l.
las personas de oaxaca son super amables, como las de chiapas. todo su estado esta precioso.

de regreso, se nos ponchó una llanta del camión en medio de la nada. lo cual estuvo padre por que tenía años que no veía una luciérnaga, y ahí habia cientos, volando por aquí y por allá. además la cambiaron como en 30 minutos era como equipo de esos que estan en los pits de las carreras, igual de rápidos solo que sin las pistolas neumáticas.

como una serie de datos curiosos.


el es mi jefe del viaje, quien agarró la peda como yo todos los días solo que el no esta acostumbrado a ponerse hasta el dedo y luego al día siguiente trabajar como si nada. así que cualquier momento era bueno para dormir. en el taxi, o mientras hacía una llamada.



el aeropuerto de huatulco es el que, de los que conosco, más me gusta. no es un cubo de concreto con cristal como en muchos lados, aquí son palapas, literalmente palapas, como cuatro palapas enormes conectadas por caminitos techados por ramitas. lo único malo es su señalética, está pa morirse.

así se cambia una llanta de autobus. (si ya sé que así se cambian todas las llantas en cualquier vehículo)


me gustó mucho este viaje, aprendí algunas ondas, viví toda una semana pensando que era martes (el día que me subí al camión) y pues en general todo muy chido, los detalles ya los puse arriba.


¿por qué no?